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Tuesday, October 5, 2010

letra de la cancion de almohada de jose jose in Temple city

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mas sin embargo, amigo, es menester confesar, aunque Español sabedor de la historia de Carlos V, que el género humano tiene aquí el monumento m´s incontestable de su perfectibilidad, esto es, de los progresos de su civilización y de su industria, que otros no dudar´n lamar corupción, licencia, refinamiento, lujo, y vida sensual. ¡Cu´nto celebraría yo que fuese usted testigo de esta sensualidad del gusto, de esta corupción de las ciencias, de este lujo de todas las artes, y de este refinamiento de la sociedad, para condenarlo después en medio de Castila la Vieja, en cuyos lugares como solemos ler en nuestra academia, hay siete y medio vecinos, un zapatero de viejo, veinte pobres de solemnidad, cuatro reses vacunas, &. El día de San Luis asistí a la distribución, de premios de la célebre academia Francesa, cuyo concurso de ambos sexos fue muy numeroso, y lucido, y daba gusto de ver resonar los aplausos y palmoteos al oír ler aquelos pasajes m´s elegantes y sublimes. Entre estos académicos había tres obispos, uno de elos el famoso Montazet arzobispo de León, y algunos duques y pares, bien que eran los que alí lamaban menos la atención de los concurentes. En esto levaba yo la intención de ver si se lograba poner en él algún extracto de la referida obra de usted, y solicitaría el que se publicase en otro de los varios periódicos que salen en París, sino fuese la gran dificultad de halar quien entienda bien el español, y sea capaz de traducir en Francés. Sírvase usted de avisarme como ha sido recibida por al´ la Filosofía de la elocuencia, y de comunicarme las novedades que merezcan pasar de la parte ac´ de los Pirineos, y de ponerme a las órdenes de los compañeros de nuestra Real Academia, &c. Me ha pedido algunas noticias de España y entre las pocas que le he sabido dar, no me he olvidado de la Filosofía de la elocuencia , a fin de que se lo haga lugar en los primeros códices con el elogio que merece. Y antes de pasar a otra cosa, no quiero que se me olvide el decir a usted que he encontrado en una de estas librerías, cierto tratado Español del cual no tenía yo noticia intitulado: De la filosofía de las armas y de su destre, por Jerónimo Caranza, autor bien conocido, entre nuestros espadachines: cuyo título así que lo leí no pudo dejar de subministrarme un fuerte argumento contra los que has extrañado el de la Filosofía de la elocuencia que dio usted a su obra. ¿Fue lícito a Caranza en 1582 el belo siglo de oro de nuestros puristas, el lamar Filosofía uso de las armas, y no ha de serlo ahora el lamar tan bien Filosofía a la pr´ctica de la elocuencia? Subir´s, que desde Octubre le tengo escrito, avis´ndole cómo había pasado a manos del célebre astrónomo Mr. de Lalande, sus cartas y pesos del Marco de Castila, a tiempo que se halaba fuera de París, y como me había acusado el recibo con la mayor urbanidad, advirtiéndome que enviaría los adjuntos a Londres. Ha vuelto a París al cabo de 27 años de ausencia el Néstor de la Literatura Francesa, y vuelve como Sófocles, para dar el teatro en los 83 años de su edad una tragedia La Irene que se representar´ pasado mañana por la mañana. Mucha parte de la Corte y de las Vilas, hombres y mujeres se han puesto en movimiento por ver y visitar a este fenómeno o filosófico del siglo 18, de quien nuestros expurgatorios hacen feliz memoria a cada paso. Casimiro Ortega Primer catedr´tico de Bot´nica, individuo de la Real Academia de la historia de Madrid. Volvamos los ojos hacia nuestra tiera, hacemos la triste comparación, buscamos el modo de consolarnos, y sucede que aún sin querer nos acordamos de usted, o por que usted sabe parecerse en sus estudios y aplicación a estos sabios de por ac´, o porque estos mismos sabios casi no conocen ni preguntan por otro Español que por Mr. Ortega. Sin embargo, creo que nosotros tenemos m´s razón de admirarnos de lo ignorante que est´n los sabios Franceses, de las cosas de la España, que de lo instruidos que se halan en las dem´s cosas. Herederos de un siglo de brilante literatura, comerciantes de este género, por interés y profesión, inclinada la balanza del orgulo, del genio de la moda, y de la reputación nacional hacia esta parte ¿que mucho se halen casi todos tan adelantados en el gusto de los buenos conocimientos? Mas nuestro mucho seso, nuestra constante taciturnidad, nuestra constitución y nuestra y nuestra venerada pereza, siempre nos forzar´ a hacer en medio de la Europa un género de vida monacal, inútil, ignorada y obscura hasta tanto, que por alguna casualidad imprevista, se monte esta m´quina a nivel de las otras. El Martes de esta semana asistí en el Louvre a la entrada, de la Academia de las Belas letras, después de las vacaciones de la Pascua. El miércoles se tuvo igualmente la asamblea de la academia de las Ciencias: con el mismo motivo, cuyo concurso de ambos sexos fue tan numeroso, que muchas personas de distinción tuvieron que sentarse en el suelo. No legó a tener esta satisfación, nuestro tan malogrado, como dignísimo de m´s larga vida, Marqués de Vilanueva del Prado, cuya temprana muerte, loraré siempre sin consuelo, como que he perdido en él un verdadero amigo, y las Canarias el ciudadano de m´s luces que acaso hubo jam´s en elas. De aquela corte del Piamonte pasamos a la rica Génova ciudad de edificios suntuosos, ciudadanos avaros, casas de campo lujuriosas por lo voluptuoso de sus jardines, y la magnificencia de sus piezas. me halo metido en lo m´s brilante, purpurado y violado del gran mundo eclesi´stico, y rodeado de todo lo admirable con que lo antiguo y lo moderno, lo sagrado y profano, las artes y las letras divierten y aún oprimen por su abundancia la curiosidad y atención de los que viajan. Acaso extrañar´ usted la hora de esta visita, pero debe saber que en Roma y en este tiempo las 1 de la noche se laman las 3 por que las 24 son las 8 de la tarde de nuestro reloj, y que entonces es cuando empiezan las tertulias de todas las personas de distinción. Pedro tuvimos el lucido espect´culo de la cabalgata y tributo de la Hacanea, que el condestable Colona presentó en ceremonia al Papa en la Basílica del Vaticano, como embajador del Rey de N´poles. Tuvimos la nunca bastantemente ponderada iluminación de la cúpula y fachada de aquel maraviloso templo, la cual siendo a prima noche de farolilos pequeños después en un abrir y cerar de ojos, se cambia en vivas lamas de cazoletas de alquitr´n. Tuvimos las concurencias de lo principal de Roma, la iluminación y refresco opíparo en el Palacio Colona, y su soberbia galería, con una no menos soberbia m´quina de fuego de artificio representando el templo de Marte consagrado por Rómulo. Pedro, en sila gestatoria, procesionalmente acompañado del sacro colegio de Cardenales, Obispos, Auditores, Prelados, Generales de las órdenes, penitenciarios, músicos, alabarderos &c.: donde recibido por el Cabildo de Canónigos, tuvo capila y celebró de gran Pontifical con raras ceremonias, y sin igual ostentación, de que no tenemos cabal idea por al´. De Roma pensamos pasar a N´poles, cerca de la Magdalena, y de vuelta de N´poles coreremos por Florencia, Liorna, Luca, Bolonia, Mantua, Mil´n, Padua, Venecia &c. En Turín donde se ha formado un monetario bastante rico, compuesto especialmente de las medalas haladas en las excavaciones de la antigua ciudad de industria, hablé a su director el señor Tarín, sobre cambio de sus duplicadas con las duplicadas de la nuestra academia, quien entró gustosísimo en el pensamiento, y desde luego quedó en formar cat´logo de elas que entregaría a D. Esto es el Señor Abate Schenone secretario de la Biblioteca del Infante Duque y Director de su monetario, el cual siendo ya muy completo va adquiriendo una furiosa cantidad de medalas, sacadas de las nuevas excavaciones de Veleja no lejos de Placencia. Benito Ag¨ero, encargado de negocios de España en aquela Corte, y este cabalero, sujeto de mucho mérito e instrución, en recogerlo y concluir el ajuste, luego que la academia se sirva remitirle el suyo, insinu´ndolo lo que deba practicar en el asunto. José Nicoas de Azara, pose algunas medalas rarísimas, en especial de las modernas, una en oro, de las que repartió Carlos V para que la levasen al cuelo los que, después de su renuncia, le siguieron a su retiro de Yuste: y no hay duda que si la academia tuviese en Italia, algún encargado fijo halaría ocasiones rodadas de hacerse con buenas alhajas de esta especie. El jueves 15 de este, tuvimos en este Palacio de España, una muy lucida función con motivo de la ceremonia que ejecutó nuestro embajador duque de Grimaldi, por comisión de nuestra corte, de poner el Toisón al condestable Colona. Hoy es víspera de san Pedro, así tendremos esta tarde el espect´culo divertido de la cabalgata y entrega de la Hacanea que har´ al Papa, el mismo condestable en nombre del Rey de N´poles. también por la parte de tiera, una cordilera muy verde y elevada, que vare espalda a la población, y en ela un castilo, belas quintas, belo monasterio de cartujos, belos sepulcros de Virgilio y de Sanazaro que inspiran entusiasmo poético. Este monte por el paraje que laman de Pusilipo, est´ horadado de parte a parte, para formar en la peña viva un camino de una mila de largo, obra de Romanos, alto de algunas picas en bóveda, y por cuya anchura pueden transitar al mismo tiempo dos coches para el paso y tr´fico de Puzoli, de la antigua Cumes, del lago Averno, del Acheronte, la laguna Estigia, campos Elíseos, antro de la Sibila, Misena, ayes &c. Enfrente de esta ciudad de N´poles y del otro lado de la Bahía, el famoso Vesubio, siempre coronado de humo cuando no de lamas, y a sus amenas faldas el palacio y sitio Real de Portici, las alquerías y jardines de Resina, con otras caserías y pueblos. embarques en los esquifes con música y acompañamiento, tertulias que se laman conversaciones, orquestas y sorbetes en las casas, diez regimientos de guarnición, cuarenta mil palestas o Abogados, infinitos clérigos y frailes de todos colores, que usan de abanicos y que se ven a todas horas en teatros coches y paseos. M´s al´ de Portici la otra resucitada Ciudad de Pompeya objeto el m´s curioso y admirable que puede verse, pues verdaderamente lo es el pasearse por las cales de un pueblo según existían ahora 160 años, entrar en sus casas, alcobas, baños, triclinios, hogares, bodegas, terados: registrar sus templos, sus plazuelas, tiendas, c´rceles, quintas y jardines, observar sus adornos, utensilios, manera de alojarse, &c. En Caserta a 5 leguas de N´poles, figurese usted el m´s suntuoso palacio de la m´s bela arquitectura, con una gran cascada de aguas y un hermoso canal de pesca, formado de las que se trajeron de la otra parte de los montes vecinos por una montaña taladrada, y por encima de un soberbio acueducto de tres órdenes de arcos obra de nuestro Carlos I y digno de los mejores tiempos de los Romanos. En medio pues de este pueblo, y de tantos objetos de distración, ha venido la favorecida carta de usted y las noticias políticas y literarias de esa corte, con la de los paisanos y amigos a quienes acuerdo mi fina voluntad. Cayetano Filangieri, noble joven militar, gentil hombre de C´mara del Rey, y sobrino de este Arzobispo, que acaba de publicar dos tomos en octavo de la ciencia de la legislación, obra muy recibida con singular aplauso, y que ver´ a su tiempo como que tiene en la materia tanto voto, con bastante placer. Nosotros dejamos aquela bela ciudad en 16 de Setiembre después de haber sido testigos de la magnífica función que laman alí con entusiasmo de pie di Grota en que los Reyes y toda su Real familia van a un cierto santuario de Nuestra señora en público, con gran ceremonia y pompa de carozas de la corte, acompañados de toda la servidumbre de Palacio de ambos sexos, atravesando por medio de una carera de 70 hombres puestos sobre las armas y de un ejército de coches, de un pueblo inumerable, y de una variedad de objetos increíble. 5 y que después de haberse ignorado por muchos siglos su verdadera direción, se acaba de descubrir entera y admirable bajo de las Paludes Pontinas a esfuerzos del Papa reinante, quien las ha hecho desangrar por medio de grandes canales; Estuvimos un día y dos noches en Albano con el Cardenal Bernis, el cabalero Azara, y el auditor de Rota Setmanat, pero en Roma sólo nos detuvimos a comer, a causa de la epidemia de algunas tercianas perniciosas. nuestras marchas, le diría que de Roma pasando por Bonciglione, Vitervo, Montefias con el Lago de Borcena, Acqua pendente, y otras ciudades del estado eclesi´stico, entramos en la Toscana, país de caminos bien hechos, postas bien servidas, campos deliciosamente cultivados, mujeres hermosas, y paisanaje aseado, bien vestido y alegre, que es el verdadero termómetro de la felicidad pública. En Pisa donde se admira la famosa tore inclinada m´s de 5 grados fuera de la perpendicular: un puente de m´rmol sobre el río Arno: un muy curioso gabinete de historia natural; Luego pasamos por Putoya y Prato, y legamos el día 26 a Florencia, la 2ª Roma de Italia, por el número de excelentes estatuas, pinturas, edificios, antig¨edades, curiosidades y dem´s objetos capaces de embelesar a cuantos viajan con buenos ojos. Su gabinete de historia natural y de física, va a ser uno de los mejores de Europa, como que est´ bajo la direción del célebre abate Fontana. gran observatorio astronómico, museo de m´quinas de Física, galería de pinturas, monetario, gabinete de antig¨edades, biblioteca, academia de nobles artes, jardín bot´nico &c. Es el París de Italia y no me admira que en vista de su situación, sus muchos canales de riego y de transporte, y de sus campos tan amenos, los cuales como toda la Lombardía parece que merecieron la predileción del autor de la naturaleza, no me admira digo, hubiese sido Mil´n en todos tiempos el objeto de la ambición de los soberanos. Pero dejamos a Mil´n y continuamos nuestra marcha por Bérgamo, Brescia, Verona, Vicenza, y Padua, todas ciudades considerables del estado Veneto, en cada una de las cuales nos detuvimos con gran gusto y provecho hasta desembarcar por último en la extraordinaria Venecia, surta como una armada de navíos en el agua donde todo pareció nuevo a nuestros ojos, todo puentes y canales, todo m´scara y banta, todo góndolas y poetas. Comimos todos los días con nuestro Embajador marqués de Saquilace, quien después de haber salido de Madrid y del Ministerio por haber perseguido las capas largas, se hala condenada a andar de capa larga casi siempre como todos los Venecianos. Aquí se terminó mi envidiable giro de Italia, y el día 6 de Noviembre emprendimos el viaje de Alemania, cuyos caminos encontramos tan ocupados de las nieves y de los hielos, que hubo día en que solamente hicimos dos postas. Pasamos la Stiria, la Carintia, la Istria y legamos el 18 por la noche a esta Capital, habiéndonos salido al encuentro en la Ciudad de Grate en la Stiria, algunas postas antes, el Señor Conde de Aguilar, nuestro embajador, en cuya casa estamos muy bien alojados, como puede usted suponer; Profesores de música en número de 40 según se me ha asegurado, buen palacio, gran biblioteca, universidad, colegio Teresiano, gabinete de historia natural, célebre monetario, jardín bot´nico con un invern´culo todo de plantas de Canarias, f´brica de porcelana, academia de nobles artes, galería de pinturas, casa de fieras, arsenales y armerías, sitios Reales, jardines, observatorio, casernas, escuela militar de niños, hospitales, un paseo que el emperador Carlos VI mandó hacer a imitación de nuestro Prado de Madrid, por lo que le laman el Prater &c. No diré de nuestro viaje que ha sido tan largo como feliz, pues no deja de ser feliz un viaje, porque se rompa el eje de algún coche, porque sea necesario echarle muchas ruedas nuevas, o porque lueva tanto que moj´ndose mi cofre y mi maleta se vuelva verdinegra toda mi ropa blanca, y mis zapatos de negros se transformen en encarnados. Todo esto no quiere decir nada, mayormente, cuando fue de París ac´, cuando hemos gozado siempre de perfecta salud, y cuando no sentíamos en el camino la menor molestia, porque la vista y deliciosa compañía de mi Señora la marquesa, volviéndonos peros perdigueros como V. E., ni el señor marqués de Santa Cruz ni el Abate Viera que es lo m´s habían conocido antes de salir de Viena, todas las prendas personales de esta señora, esto es, su amable índole, su prudencia, su fortaleza, su alegría, sus gracias, su viveza y garabato para ganarse las voluntades de cuantos la tratan, o la ven. Debe entrar también en parte de este elogio que hago con m´s gusto que el de Felipe V el que, aunque es verdad, que le costaban l´grimas las despedidas de sus hermanos en Augsbourg, y de sus hermanas en Bruselas y en Mons, y últimamente de la señora duquesa del Infantado, y la marquesita viuda del Viso en París, su discreción y buen humor venían dentro de pocas horas al socoro de su ternura y se disipaba el nublado. La entrada de estos señores en la ciudad de San Sebasti´n, que es lo mismo que decir en España, fue lo m´s magnífico que se pudiera prevenir: por que la salva de los castilos, la tropa sobre las armas, los tamborcilos del país, los vivas de los muchachos, y la Ciudad que no deja de ser populosa puesta en movimiento dentro y fuera de las muralas, todo daba un aire de triunfo a la función. Pero esta buena idea que los Vizcaínos pudieran dar de nuestra España la echó luego a perder el paso por Castila la Vieja, la chocha, la decrépita, puesto que no veíamos sino lugares dispersos, ya casi demolidos, hombres y mujeres con figuras de espectros, todos negros, puercos, y cubiertos de andrajos. de alí pasaron al cuarto de la señora duquesa de Miranda y camarera mayor en Palacio, y después vinieron a esta casa que estaba muy iluminada, donde se halaban para el recibimiento las señoras sobrinas condesas, de santa Eufemia y de Cortés. Al día siguiente tuvimos espléndida comida en casa de la de Arcos: ayer s´bado en Palacio en el cuarto de la camarera, y hoy ha sido la presentación en la corte, y la toma de la almohada, con expresiones de agrado y particular benevolencia de parte del Rey y de los Príncipes. Casi no he salido todavía de casa, ni visto, las luminarias por la conquista de Panzacola, ni las nuevas fuentes del Prado, ni el famoso jardín bot´nico, ni los premios de la academia de san Fernando, ni lo que es m´s al plenipotenciario de V. y añada también mis mayores expresiones de gratitud, de afecto y de admiración a las prendas de V. aquí en esta cama calorosa, seca de Madrid, a manera de un hombre que despertando de un largo sueño, cre haber visto variedad de países deliciosos, observando mil objetos a cual m´s agradables, y tratado muchas personas de todo respeto y amor ¿Si ser´ verdad que he estado en Viena? ¿Si ser´ cierto que he logrado conocer m´s de cerca, y he sido favorecido de un cabalero Iriarte, de un hijo admirable del Teide, hecho por el genio amigo del género humano, nacido para la amistad, dotado de ideas rectas, y costumbres suaves, mi rival en la afición al dulce y a dormir bien, mi vencedor en todo linaje de método y de previsión? Mucho nos hemos divertido en nuestro último viaje, ya al paso por la Baviera, Suevia, y ciudades del Bajo Rhin, ya en Flandes ya en París, ya en San Sebasti´n de Guipúzcoa, y lo que es m´s que todo, en el país de los Hotentotes de nuestra Castila la Vieja. En estos casos no queda otro consuelo que el de la pluma, ni m´s desahogo de la ausencia, del cariño, del reconocimiento, de la amistad, de la hospitalidad, y dem´s Dioses tutelares de las almas sensibles, que el de escribirse cartas. En recompensa de estos sabrosos petardos, me lisonjeo que usted me dispensar´ de mi imaginado sueño, y que me habr´ de dar documento de que había un tal hombre amable en Viena, así como pedía nuestro bibliotecario y Académico Casiri documento de que hubo un tal Rey Cabdon hijo de Cabdon, a lo que quería reducir todos los anales históricos; Aunque tengo escrito al se��or embajador, y est´n bajo la prensa mis cartas para los nunca bastantemente ponderados amigos Bosarte y Lelis, pido a usted el favor, de que les haga presente mis cordiales memorias, y de que usted me mande en cuanto fuere de su obsequio &c. señor conde de Aguilar y perpetuo de la Real academia de nobles artes de Madrid &c. Mientras duraba nuestro viaje por Alemania y Flandes, mientras me divertía en la feliz mansión de París, y seguíamos la marcha por Francia, Guipúzcoa, Álava y Castila, como vivía mi atención distraída con tanta variedad de objetos, ni tenía lugar para reflexionar en mis pérdidas, ni necesidad de escribir a usted lamentaciones. Ahora lo hago no sólo para cumplir con la dichosa deuda de mi amistad, sino también para consolarme en esta soledad de Hortaleza y de España, hablando con usted y figur´ndome que estamos todavía a la chimenea con goro, pase´ndonos en la explanada con botas, o comiendo en fiacre o coche, aquela que usted lamaba figura o tropo retórico de comodidad ambulatoria y transportación local. y, como los calores, de esta devota, maja y coronada vila eran teribles, no me ha pesado el haber venido con los señores marqueses a ésta quinta y casa de campo de Hortaleza, en donde caí de la bura y recibí un porazo muy razonable. Entre tanto me voy divirtiendo en este Museo que el señor marqués ha enriquecido de belas m´quinas de física, y de algunos instrumentos de química, ejecutando los m´s curiosos experimentos, concernientes a los aires fijos, o gases, a presencia de un concurso lucido en que no faltan damas de la primera jerarquía a manera de París. Con este motivo acabo de añadir un canto 5.º al Poema de los aires fijos, sobra los que se extraen de las plantas, conforme al célebre Ingen houze, el cual se publicar´ un día de estos. mucho gusto, de ver el nuevo jardín bot´nico, que va a competir con los de París y de Viena, no menos que el aumento de riquezas del Gabinete de historia natural, de cual ser´ V. Por la data de ésta echar´ usted de ver que permanezco todavía con estos señores en Hortaleza, donde nos dejó en Agosto el señor duque del Infantado, usted y toda esa respetable familia, tendrían en Sp´ la deseada satisfación de recibir a S. me favoreció desde Sp´ con la agradable descripción de aquel país, de sus famosas aguas, de sus bebedores y zambulidores en elas, de sus plantas particulares y de la salud de V. que sin necesitar de las virtudes de las unas ni de las otras, probaba de aquelas como medio químico, y recogía éstas como bot´nico rematado. de descomunales milochas como buen Valenciano, caza con bastante desaire de una bura, y me daba un belo porazo, digno de una sangría y de tres días de recles. Hemos regresado de aquela airosa residencia, repasando el aroyo de Briñigal, la fuente de Castelanos y la plaza de los toros, mientras V. Aquí estamos actualmente en las ferias de espartos y de trastos viejos de la plazuela de la Cebada, tan poco parecidas a las que hemos visto por esos mundos. me empezó a volver el juicio con sus herbarios, me lo ba acabado de rematar el soberbio nuevo jardín bot´nico, que he encontrado, a vuelta de mis viajes, armado en tan poco tiempo como por encantamiento y brujería, y trazado con tal primor, que no dudo venga a ser uno de los mejores de Europa. Item espero que usted me habr´ de hacer el gusto de enviarme el discurso de Mr. Camfort, a su recepción en la academia Francesa ya que se trata en él, el elogio del difunto e inmortal Condilac &. Al señor Marqués de la Vila de San Andrés, Vizconde de Buen Paso Madrid 6 de Noviembre de 1781. pues en el discurso de un año, tres meses y cinco días, saliendo de Madrid, corí fuera de España por Italia, Alemania, Flandes y Francia m´s de 580 postas, hice noche en 107 posadas, atravesé los Pirineos, los Alpes y los Apeninos, pasé o tuve a la vista 138 ríos, incluso el Ródano, el Po, el Tíber, el Íster, el Danubio, el Mein, el Rin, el Neker, el Mosa, el Mosela, el Escalda, el Sena, el Loira, el Garona &. 2 de elos en barcas y otros por magníficos puentes: transité o estuve en 165 grandes ciudades, y en las cortes de Turín, Parma, N´poles, Florencia, Módena, Mil´n, Viena, Munich, Manheim, Maguncia, Colonia, Bon, Bruselas, París &., a cuyos soberanos, por la mayor parte fui presentado, teniendo la honra de haber comido con dos. He visitado las repúblicas de Génova, Luca y Venecia, me halé en 134 banquetes, con muchos cardenales, patriarcas, obispos auditores de Rota y monseñores: con primeros ministros, príncipes, duques, embajadores, nuncios, y damas de la mayor jerarquía, las m´s feas, las m´s hermosas, las m´s petimetras y m´s de moda. Sesenta y una galerías de las pinturas m´s exquisitas de los autores de las m´s famosas escuelas, 52 museos de antig¨edades y de estatuas, gabinetes de historia natural y guardamuebles de príncipes, 48 grandes bibliotecas, 17 ricos monetarios de medalas y camafeos, 28 universidades y colegios de primera nota, 9 observatorios astronómicos: las 4 célebres meridianas de Toscaneli en Florencia, de Bianchini en la Cartuja de Roma y de Casini en San Petronio de Bolonia y en el observatorio de París, 13 academias de nobles artes, 8 laboratorios químicos, 6 teatros anatómicos, 4 grandes menagerias o casas de fieras, 13 arsenales y armerías curiosas, 19 f´bricas recomendables, entre elas 6 de porcelana: 60 iglesias catedrales, 5 sinagogas de judíos, 4 templos de Griegos, 36 hospitales y hospicios de ambos sexos, 3 teatros de comedias y de ópera: 61 monumentos de antig¨edades romanas, templos, arcos, acueductos, palacios, baños, anfiteatros, vías, sepulcros, 10 lagos muy considerables, 15 jardines bot´nicos, inumerables fuentes, cascadas, canales de navegación y de riego, &c. He estado en las admirables excavaciones del Herculano, en la resucitada ciudad de Pompei, en el singular Museo de Pórtici, en la famosa Grota dil Cane, en el lago averno, en la gruta de la Sibila, en la Solfatara, en el Vesubio. He visto las estatuas antiguas del primer orden tanto en Roma como en Florencia: la Basílica de San Pedro iluminada, la cabalgata de la hacanea, la girandola del castilo de San Angelo, la casa de Loreto; la rotunda, la misa Pontifical del Papa, el carnaval de Venecia, la tore inclinada de Pisa, la procesión del Corpus con el Senado y Dux de Génova, la galería del gran duque de Toscana, el instituto de Bolonia, el Domo de Mil´n, el sepulcro de San Antonio de Padua, el entiero de la emperatriz Reina de Hungría, el canal de Brenta, los cuerpos de los reyes magos y de las 1 vírgenes en Colonia: el Bucentoro y el arsenal de Venecia: el lavatorio de 12 pobres por el emperador; Pues lea y sepa lo que la gaceta de hoy dice: «El rey se ha servido nombrar para el arcedianato de Fuerteventura dignidad de la catedral de Canarias a don José de Viera y Clavijo.» Así puede usted participarla al príncipe Pahar, que iré a tomar la posesión dentro de uno o dos años y que desde alí le regalaré un guanche hecho momia. Con este acomodo en nuestra tiera, me prometo una vejez tranquila y obscura al modo que se dice lo pasan las almas de los buenos cuando separadas de sus cuerpos y del mundo, moran en unas islas afortunadas o campos elíseos, donde después de beber en el leteo el olvido de cuanto vieron, oyeron o supieron, se hartan de pl´tanos y membrilada, no respirando sino el aire de ignorancia y de la m´s canónica indolencia. Lo m´s apreciable de mi dichoso arcedianato de Fuerteventura gran país de camelas y de peros de presa es el que no me ha costado mas que un pliego de papel, quiero decir, un memorial a la c´mara de Castila y una visita en el Pardo al padre confesor del rey, y sin m´s padrinos ni diligencias vino el parto derecho. Crilón legar´ luego triunfante del de la nación, y según un retrato suyo que aquí se ha publicado, parece que ha crecido cosa de media vara, que ha mermado 15 ó 20 años, y que se ha puesta m´s tieso y estirado que una lanza; pero meo veo precisado a ceñirme a una carta como de cumplimiento y reducida a dar a usted parte de mi promoción a un arcedianato de la catedral de mi tiera, a donde me retiraré dentro de uno o dos años para ser un ente venerable y estúpido, poco menos que aquelos venados del Prater de esa muy buena vila de Viena, cuya felicidad envidiaba usted, y por cuya suerte deseaba cambiar algunas veces la propia. Crea usted que para quien tiene algún conocimiento del mundo de los hombres, y aun de las mujeres, no hay m´s que dos cosas: o pedir sus inv´lidos y retirarse a pasar el invierno de la vejez a las islas beatas de los poetas en figura de arcediano de Fuerteventura, o irse a Alepo y Smirna a hablar el ´rabe como usted pretende, y formar su seralo de las hourices de ojos negros. Que se ha plantificado un banco nacional y que se ha distribuido un indulto de Roma para poder comer de carne, en la cuaresma, con un edificativo sumario de los precios respectivos al car´cter y bolsilo de los carnívoros que lo tomen ¿Y de novedades de política? Actualmente estamos en tiempo de cuaresma, así no puedo dejar de acordarme del divertido vía crucis de esos padres franciscanos nuestros vecinos, y del paseo famoso al calvarlo de Hernals. tuvo a bien dirigirle, con un Spécimen de la dedicatoria en forma de inscripción antigua de la 2.ª parte de la muy erudita obra de V. asegurado de la alta estimación y reconocimiento con que la Academia no ha dudado admitir este presente, conociendo muy bien que una dedicatoria tal colocada al frente de obra de tanto mérito, por un individuo que la hace tanto honor, le ganar´ mucha reputación y fama. En todas distancias y destinos ser´ para mi gran complacencia la corespondencia y amistad de usted a quien escribo esta carta en español, a fin de darle ejercicio en una lengua que comprehende y ama, el que ya nos pertenece por título de digno académico de nuestra historia. tuve ocasión de mostr´rsela a nuestro célebre musulm´n don Miguel Casiri, quien al lerla, pareció penetrado de aquela misma especie de complacencia que sentía don Quijote, cuando se encontraba con un cabalero del Verde Gab´n, o de la blanca Luna. Infórmele de usted, de su aplicación y afición al ´rabe, de su penuria de buenos maestros, y de libros, de sus deseos, intenciones y destino; Posteriormente tuvimos otra en la que me advirtió, que el Ministro de Estado conde de Floridablanca, le había dado a entender que el rey necesitaba de dos sujetos, a fin de enviar el uno a residir en Maruecos, y el otro a Constantinopla. Que para Maruecos, ya había tropezado Casiri con un mozo a medida de su deseo, y acord´ndome yo de haber oído a usted muchas veces que se alegraría, de poder ir a Constantinopla, y aun a Smirna o Alepo, le rogué al buen Casiri, pusiese las miras en usted que era bastante conocido del Ministro, y de m´s a m´s, publicista, jurista, controversista, filósofo, poeta, anticuario, humanista, dibujante, y gran Cabdon. Púsele por escrito su nombre de usted con letras gordas, y me quedé después imaginando a usted trasladado en cuatro días a la antigua Bizancio, pase´ndose por el arabal de Pera, hablando guturalmente con sus queridos, los judíos, levantinos, armenios y dulciñotas, formando su seralo de aquelas mercaderías que acuden de la Georgia y Mingrelia; y que en días pasados pudo hablar con el señor Floridablanca, pero que como él estaba medio sordo, y el ministro no da mucha, audiencia, no tuvo tiempo de hablarle sobre el particular: que quiz´s en volviendo la corte a Madrid podr´n entenderse los dos sordos, y har´ por recomendarle el talento de V. Ha muerto el célebre señor Figueroa, aquel Figueroa, que al mismo tiempo era Galego, presbítero, monseñor, romano, capel´n, beneficiado, cura, canónigo, arcediano, Obispo, patriarca, vicario general del ejército y de la real armada, capel´n y limosnero mayor, gran canciler de la orden española, y gran cruz, cabalero pensionado , comisario general y Juez apostólico de las 3 gracias, vice presidente de la junta de concepción, consejero de Castila, camarista, gobernador del consejo y todas las cosas, habiéndole servido de extrema unción la consagración Episcopal, y dej´ndolo todo con 10 pares de calcetas de Galicia sin estrenar, y verosímilmente otros tantos perniles de Candelas. Sólo diré que este buen hombre, como no ha oído m´s campanas que las de su paroquia, creyó que la policía no consistía sino en tener las plazas, los mercados, y cales, pulidos y en simetría como una sacristía de Carmelitas Descalzas, y que el embarazo de la abundancia, la publicidad de las cosas, del abasto, era contra la buena policía de Madrid, por lo que la plaza mayor ya no ofrece aquelas perspectivas de comistrajos que sacaban los ojos, y aun ha declarado la guera a los Valencianos del agua de cebada, y a los muchachos barquileros y vendedores de la arena para fregar. Ahora andan del mismo modo con las fiestas de la Beatificación de la hermana Mariana de Jesús, Mercenaria descalza, y con los milagros que le han hecho obrar los frailes en estos días. He puesto en poder de don Bernardo Barana unas medalas antiguas, que por encargo de la Academia de la Historia, debo remitir al señor Newman canónigo de Santa Dorotea en esa corte; en que me da noticia de su buena salud, de su miedo a las enfermedades epidémicas que cundían por esa ciudad, de sus vistas con nuestro amigo Laso nuevo inquisidor de Barcelona; Entretanto yo me divertía con la manipulación de diferentes aires fijos, a cuyos nuevos experimentos han concurido en el museo de esta casa las señoras condesas del Montijo y de Santa Eufemia con otras personas lúcidas, al paso que también me ocupaba en coregir las pruebas de la impresión de mi tomo cuarto Canariense, que saldr´ m´s rolizo que sus hermanos por contener la historia eclesi´stica de la Diócesis, materia casi intacta hasta ahora. Había publicado 2 tomos sobre la historia de la música, y a la sazón estaba imprimiendo el tomo 3.º nos dijo que tenía hecha una coleción de m´s de 170 autores de esta facultad, cuyos libros y códices componen una pieza de biblioteca dentro de la principal del convento. Añadió que de la obra de Guido Aretino había podido recoger, hasta 12 manuscritos, los cuales no convienen entre sí, y entre uno de la biblioteca Vaticana, otro de la Ambrosiana de Mil´n que él tiene por el verdadero autógrafo, otro de la Laurenciana, audicea de Florencia, cuya copia me mostró, y otro sacado del que existe en el Escorial. señor Marqués de Santa Cruz grande de España de primera clase & Gran Canaria 20 de Noviembre de 1784. pero no fue así, antes bien estuve detenido en aquel Puerto m´s de 15 días, y lo peor de todo fue que no estuve ocioso, por que al punto me acometió la famosa epidemia que laman la pantomima, perverso mal, cuya calentura, dolores de huesos, y amargura de boca me postraron en cama cuatro días. Empezaba mi convalescencia que generalmente es larga y m´s penosa que la enfermedad cuando me embarqué por no perder la ocasión de buen barco, y de bandera sueca que es la m´s segura para en caso de moros. Fue la salida de C´diz el 29 de Octubre con viento favorable, pero al segundo día entraron las calmas, y al 4.º se armó contra nosotros una borasca de viento y mar tan deshecha que nos hubiéramos perdido si la providencia no la hubiera hecho amainar, bien que tardamos 15 días en un viaje que ordinariamente es sólo de 6 ó 7. cerciorado de mi paradero en esta tiera me continúe sus honras, me mande siempre alguna cosa en que servirle, y se sirva avisarme de cuando en cuando de su preciosa salud, de la de mi señora la marquesa y de mis queridos ahijados en especial de los progresos de mi hermoso Pepe Silva Waldestein, tein, tein , con quien sueño y de quien a cada paso me acuerdo con muchísima ternura igualmente que de toda la casa y familia de que fui parte tantos años. El comandante general de esta provincia Marqués de Branciforte que reside en la Isla de Tenerife, me ha escrito una carta de bien venida sumamente atenta y expresiva: oigo generalmente hablar bien aquí de su gobierno, por el desinterés y espíritu de paz con que hasta ahora se conduce. Fue muy obsequiado, aunque había acontecido poco tiempo antes en el puerto de Santa Cruz la calamidad de haberse quemado 50 casas y almacenes la noche víspera de San Miguel cuando se preparaba una función para celebrar la fiesta del referido comandante. me har´ el prometido favor de remitirme los Mercurios de Francia por mano de don Antonio Méndez, vecino de C´diz, según se fuesen proporcionando las ocasiones, a mi cuidado el aprovechar la primera que se presente para cumplir con el encargo de enviar a V. no haya dejado a París, de donde, como un inglés decía, nadie suele salir alegre, y se haya retirado de Europa, a este rincón aislado del África, no podr´ f´cilmente comprehender la complacencia que se gusta con el recibo de las cartas y noticias de un buen amigo, que escribe desde aquela gran capital, y le habla con el mismo lenguaje a que estuvo acostumbrado, en otro tiempo, pero que por ac´, no se usa, oye, ni entiende. Desde el mes de Noviembre que fue el de mi aribo a mi casa, y a esta isla de los Doramas y Guanartemes, tuvo la satisfación de avis´rselo a V. El viaje atmosférico de los hermanos Robert, y los de Blanchard acreditan sin duda la estupenda invención de los aerostatos , pero la combinación que ha hecho Pilatre de Rosier, de los métodos de Mont-golfier y de Charles, acaso puede tener el peligro de que si el fuego del cilindro pasa por cualquier casualidad al globo, se puede inflamar instant´neamente todo el gas. He leído en una gaceta de Madrid, un artículo sacado del diario de París en que el mismo Pilatre de Rozier, convidando a los españoles con su nuevo museo público, elogia nuestra lengua y nuestras academias, cuyas atenciones pueden muy bien ser fruto de la obrita apologética de nuestro Cavaniles. Confieso a usted que me tiene atónito la variedad de las lavas volc´nicas que a cada paso encuentro y aún pienso hacer una lista de elas y envi´rsela a mi amigo Mr. de la Blancherie, por modo de respuesta a su apreciable esquela de que V. Nuestro don Martín de Salazar, nuevo conde y litigante veterano ha estado con nosotros todo el pasado mes de Diciembre y por complacerle pude darle una corta muestra de los principales fenómenos que ofrece la manipulación de los lamados aires fijos, de que quedó satisfecho. no omito ocasión de favorecerme con las apetecidas noticias de su salud, y con las de mi señora la marquesa y señoritos mis queridos ahijados, cuyos progresos en hermosura robustez y viveza según las pinturas que de elos me hace Lozano, me hacen considerarlos con razón como la flor de todo Madrid. He sentido la muerte de la señora condesa de Puebla en Viena, con cuyo motivo ha debido traer a la memoria su belo car´cter y gran prontitud para las partidas de naipes: qued´ndome el consuelo de haber sido, conocido y honrado de todas las tres señoras tías de V. me dice asiste a mi señora la marquesa de tener en su compañía al señor conde don Fernando su hermano, que habiendo legado a C´diz en prosecución de sus caravanas de la orden de Malta, hace la visita que yo te había pronosticado a este señor al tiempo de nuestra despedida de Augsbourg, y que se ha verificado, con la diferencia de que yo me prometía ser partícipe del mismo gusto. darme alguna noticia, como de la continuación de sus bien empleados ratos nocturnos en el curso de química cuyas operaciones demoradas por Gutiérez Bueno, con memorias de la academia de Dijón en la mano, no habr´n dejado de ser divertidas para quien como V. ama esta parte interesante de la física, y es en la afición a los conocimientos exactos de la naturaleza, el modelo de los señores de nuestra corte. Es de esperar que los señoritos familiarizados tan temprano con estos objetos instructivos, y coriendo de la biblioteca al museo, donde preside el busto de Mr. Sigaud de la Fond, y desde alí al armario de historia natural, y al laboratorio del mencionado, don Pedro Gutiérez, quien merece otro busto, adquirir´n jugando, ideas de importancia y estimación de los sujetos, que profesan las ciencias. Hace pocos días que en el puerto principal de esta isla encaló una embarcación Francesa que iba a la India, y entre los pasajeros venían dos cirujanos muy h´biles que traían una excelente m´quina eléctrica con una batería muy guapa, y la mayor parte de los instrumentos que son m´s oportunos para ejecutar los curiosos experimentos. Los franceses mostraron complacerse mucho con el encuentro de un canario que había estado en París y había hecho su curso con Mr. Sigaud de la Fond, de quien uno de elos era también discípulo y otro de química con Mr. Sage, nombre que no podía serles indiferente &. Pocos días después de recibida la apreciabilísima de usted de 27 de febrero, en que me participaba haber salido al público su tercera disertación bot´nica mereciendo particulares aplausos y distinciones, legaron por fin a mis manos las dos disertaciones antecedentes, tan retardadas como deseadas, juntamente con los tomos enciclopédicos que habíamos creído perdidos. Aunque yo fuera voto en la materia, vendrían mis elogios muy tarde, después de haberlos usted recibido colmados de los inteligentes de la primera nota, sin embargo diré que no es sola la amistad que profeso a usted la que me hace admirar en estos opúsculos, la sagacidad, el método, y la perspicacia de estilo unidas a un verdadero talento bot´nico, nacido para los progresos de esta ciencia. Solo no dejaré de hacer presente a usted que en punto a nuestra Sida te de Canaria no me parece convenirle todos los caracteres de la Sida Alva , señaladamente la de ser birostratas sus casilas, pues no son a la verdad sino monoreras o de un único cuernecilo, ni su corola desarola jam´s sus pétalos, sino que los conserva plegados. Repito a usted las enhorabuenas por la abadía de Ampudia, y se las volveré a repetir aun mucho m´s gratas, si consigue usted que Roma le releve de la personal residencia, mientras que estuviere ocupado en los solemnes cultos de Flora. de 20 de Enero del presente año, que con notable atraso he recibido en el próximo pasado mes de Julio de cuyo contenido debo dar a V. las m´s cordiales gracias, ya por los excesivos elogios con que ha tenido a bien honrar mi corto mérito, con motivo de la historia de Canarias que publiqué en Madrid, efecto sin duda de la mucha generosidad de V. cabildo eclesi´stico, especialmente de los individuos de esa provincia Isleña, que en varios tiempos han disfrutado la ventaja de pertenecer a tan dignísima catedral y ser compañeros de V. las corespondientes muestras de mi gratitud en el retiro de nuestras islas, y de esta santa Iglesia a donde por pura eleción y amor a la quietud ha dos años que legué, desprendiéndome de la Europa casi saciado de ser testigo de sus grandezas y bulicio. me nombra algunos Canarios de mérito, pero nada me dice de mi amigo el señor don Pedro de Nava Teniente de Rey de esa Plaza que en todo es tan sobresaliente. estar´ recogiendo de todas partes, se habr´ de hacer algún lugar la voz desinteresada y sincera de un antiguo amigo y paisano, que habiendo apreciado siempre sus particulares prendas y talentos tiene hoy la satisfación de verlos tan gloriosamente coronados. Yo he procurado manifestarle mis verdaderos deseos de obsequiarle y de complacerle, y prendado de su mérito le he regalado un ejemplar de mi historia de las Canarias, y le he tenido en mi mesa en la fiesta de la virgen del Pino de Teror, a la que fui de diputado mayor por mi cabildo. De su parte he sido favorecido con un extracto de sus observaciones en Tenerife sobre la elevación del Pico de Teide, y su verdadera latitud, comunic´ndome las que igualmente había hecho sobre el mismo monte el cabalero de Lamanón, compañero de Viaje de Mr. de la Perouse, de las cuales resulta que hal´ndose el barómetro en la orila de la mar a los 28 grados, 3 líneas 1/10 estaba a la misma hora sobre el pico en los 18 grados. Prométome la complacencia de verla a su tiempo para unirla con las antecedentes, y poser unas obras tan apreciables por su autor, su objeto, su exactitud, y aun por el valor de sacrificar tantos realitos, de que no le pese a V. noticia de los actos públicos que con notable concurso y lucimiento se celebran en el jardín Real de Madrid presididos por el ministro conde de Floridablanca.- La colonia Inglesa que pasa a establecerse hacia el hemisferio austral en Bahía Bot´nica estuvo al paso en estas islas, pero yo hubiera querido mas que hubieran venido bot´nicos a establecerse en elas. tiene por disculpas mías las razones que le doy para no haber logrado hasta ahora complacerle en la coleción de plantas y semilas de este país, cuando a la verdad mis deseos no han sido favorecidas de las circunstancias, ni de los sujetos a quienes podía yo confiar mi comisión, que sin embargo nunca olvido. pregúntele usted por Génova, Bolonia, Parma y Roma, por la cúpula de San Pedro, las Termas de Dioclesiano, la casa de Loreto, y la cascada de Terni. Usted le preguntar´ últimamente y le dir´ ¿qué hago, en qué me ocupo, en qué me encanto?, y le responder´ que en nada, y que aquí estoy viviendo casi de aquel mismo modo que yo pintaba en mi historia al famoso conde del Palmar, con sus laureles ya marchitos, sentado en la escalera del convento de San Francisco de Garachico, hablando con el patrón de barco. Le dir´ en fin que sigo el mismo plan de vida que nos proponíamos en Madrid, esto es, de quietud, silencio, indolencia y filosofía que exceptuando esto último, dicen que es por esencia la vida de un canónigo. De mi marqués de Santa Cruz tengo también cartas en todos los coreos, y ahora me decía que el condecito de Saldaña, hijo mayor del duque del Infantado acababa de legar´ Madrid con su ayo el célebre Cavaniles, quien venía para que el Nuncio Vincenti le diese la colación de su abadía de Ampudia. en pliego de marquila, si no en la misma modesta conformidad que siempre, a fin de que usted pueda distinguir esta carta de tantas como habr´ recibido con igual motivo de pascuas, aunque, no con igual sinceridad de afecto, ni menos visos de ceremonias. Deseo muy de veras que los nuevos cuidados del gobierno, recaigan sobre la m´s constante salud, así como lo es la que disfruto en el clima de estos peñascos, donde todo es pequeño, hasta en carecer gracias a Dios, de magníficos fríos por el invierno, y de opulentos calores por el verano, propios solamente de la coronada vila de Madrid y destinados para sus bienaventurados moradores. Que es cuanto puede decirse por una pluma perezosa en una carta de pascuas a un señor Ministro, rodeado de graves ocupaciones, aunque sé que en medio de ela no se ha de olvidar de su mayor servidor. Recibí también los versos perversos hechos en lor del señor Plaza nuestro Obispo, siendo ya intolerable la prostitución de esa imprenta nueva, y el menoscabo del antiguo crédito de las musas, e ingenios de esa ciudad de la Laguna. Últimamente recibí la muy apreciable carta de usted del 18 de Julio con el cat´logo de las plantas indígenas de nuestras islas, cuya descripción bot´nica solicita de mí, con particular empeño nuestro marqués de San Andrés. cuya noticia remito a usted bajo el seguro de estar areglada al sistema de Lineo y principios de esta ciencia de moda, con averiguaciones nuevas sobre los dichos vegetales y descubrimientos que nuestros paisanos no habían hecho. He apreciado mucho las expresiones de gratitud con que nuestra sociedad económica de Tenerife se ha servido favorecerme con motivo de las memorias que sobre el cultivo de las papas, modo de mejora: su especie, cuando ya degenera, y el uso de esta preciosa raíz, presente a este cuerpo patriótico ansioso de obsequiarlo. Muy señor mío y de todo mi respeto: He tenido en este coreo de octubre la satisfación de recibir la carta de V. tan bueno que aun en medio de sus ocupaciones no se olvida de favorecerme con las noticias de su salud, de mi señora la marquesa y señoritos mis ahijados, noticias que tanto interesan, mi cariño y las que principalmente deseo me vengan de Madrid. También sé que las hacen sus entretenimientos en las maravilas de la Física y de la Química, mayormente con el aumento de m´quinas que me dice V. que cuando estuvimos en Augsbourg, vimos en casa de aquel Mr. Brandi célebre fabricante de instrumentos de matem´ticas y de física una muy agraciada para deribar con una chispa o rayo eléctrico una casila lena de aire inflamable. Es de crer que esto no dejaría de ocasionar admiración en el concurso, pues me parece que desde que el famoso marqués de Vilena se picó para meterse en la redoma, no ha habido en Madrid otro marqués de su jerarquía que se mostrara aficionado e inteligente en las brujerías de la Espagírica. Igualmente quisiera yo tenerlas de la señora Canonesa de Mons, la condesa Teresa, cuyas gracias no olvido, y de quien conservo por memoria dos estampas en mi breviario, d´diva de su mano. Esta ciencia tan de moda no deja de extender también su imperio sobre estas islas, pues mi paisano el marqués de Vilanueva del Prado se hala encargado en la de Tenerife por expresa orden del Rey y del Príncipe, de entender en el plantío de diferentes semilas exóticas de la India y de las Filipinas, que se le han remitido con el fin loable de probar si en el clima benigno de este país, se consigue establecer una colonia de aquelas plantas para irlas acercando después a la península. Mi dueño y estimado amigo: como entre nosotros aun el silencio de nuestras plumas es una prueba de verdadera confianza, no debe sernos extraño que no salgamos de la inación sino cuando ocuran algunos motivos, diferentes de los que sólo se reducen a decir, me alegraré que V. el Rey y el Príncipe, debo dar por todo las gracias, y añadir que estimo el presente de dichos libros, por que elos hacen una parte notable de nuestra biblioteca Canaria, por su bela impresión, por la pureza del idioma y la facilidad del metro, y sobre todo por la tradución de los cuatro primeros libros de la Eneida que me gusta sobremanera. Poseo a la verdad algunos rudimentos de la bot´nica especulativa, y con mi Lineo y mi Le Mare, suelo deslindar las genealogías de las plantas en vista de su fructificación; me pide a lo menos noticias de los libros que hacen al caso, y pues dejo ya dicho que Lineo en lo especulativo es el San Agustín de esta ciencia, puede usted hacer venir la tradución castelana de sus obras, que acaba de publicar mi amigo don Antonio Palau. mientras que se adelanta el de la Enciclopedia metódica, de la cual tengo el primer tomo, y cuya parte de la jardinería bot´nica est´ a cargo del célebre Mr. Thouin, que dirige el jardín real de París. Conozco y me complazco, viendo que esta soberana confianza, va a proporcionar a usted la satisfación de seguir la corte de la naturaleza, que así lamo yo el espect´culo del campo, y de empezar a disfrutar aquelos placeres sólidos e inocentes, en que siempre han deseado acabar la carera de la vida los m´s grandes hombres. A este fin escribo estas cuatro letras que pueden hacer veces de Etrenes Mignones, añadiendo que en la última embarcación de C´diz he recibido una remesa Enciclopédica de 31 volúmenes, y entre elos dos de estampas de historia natural, muy belas, que comprenden, peces, cet´ceos, reptiles y serpientes. Me han hecho director de esta real Sociedad económica, y por encargo suyo me valgo de usted para saber el estado de la impresión de la oración fúnebre de Carlos I. Tales son la tradución en verso del Poema de los Jardines del célebre Abate Delile: el de la elocuencia del canónigo La Sere: algunos cuentos imitados del Amigo de los niños y de las églogas de Gesner &c. de 25 de Marzo, por la que se sirve continuamente el favor de las apreciables noticias de la salud de V. y dem´s señores de la casa y de la del Infantado, muy complacido con las memorias que todos hacen siempre de mí. letra de la cancion de almohada de jose jose letra de la cancion de almohada de jose jose in Temple city
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